África es morada de multitud de mitos del hombre blanco. Uno de los más hermosos es el de las Montañas de la Luna (Montes Lunae), las legendarias fuentes del río Nilo desde la época de exploradores del mundo antiguo como el griego Diógenes. Este aventurero, precursor de los grandes exploradores del siglo XIX, anotó el nombre que los nativos le daban a la cordillera de Rwenzori por la sobrecogedora blancura de sus cumbres nevadas. Las montañas de la luna es el título del maravilloso libro del Capitán Burton sobre su epopeya en África, donde persiguió uno de los muchos griales de su vida: las fuentes del Nilo (entre los otros se cuentan Sindh y Goa en la India, La Meca, Brasil y el resto de lugares, religiones, filosofías, lenguas y mundos por los que tránsito en su azarosa vida, auténtica anatomía de la inquietud).
Estar en la luna…
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