No, este artículo no va a versar sobre la escritora de origen danés que tenía una granja en África. Este artículo va a contarnos algo sobre la memoria de los nombres de África, el mal llamado Continente Negro. De ese epíteto quedan aún muchos recuerdos: el nombre de varios países, uno de ellos tan reciente que aún tiene un añadido geográfico; me refiero a Sudán y Sudán del Sur. Estos dos países, cuyos destinos se separaron, tras un conflicto muy largo que no tiene visos de haber terminado, proceden del antiguo protectorado anglo–egipcio de Sudán, el Sudán británico, para entendernos el de Gordon de Jartum y Muhammad Ahmed al–Mahdi, que para quienes pertenezcan a la secta cinéfila siempre tendrán los rostros y las voces de Charlton Heston y Laurence Olivier. Además hubo un “Sudán Francés”, que abarcaba gran parte del imperio colonial francés, pero su recuerdo solo pervive…
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